Glaciarismo en el Campo de Santiago
Evidencias de épocas con nieves perpetuas
Comarca: Omaña
Municipio: Murias de Paredes
Mapa 1:25:000, hoja 127-II (Colinas del Campo de Martín Moro)
Accesos: Desde Palacios del Sil por Salientes, En la carretera La Magdalena-Villablino, siguiendo el curso del Omaña, desvío en Aguasmestas, hasta Fasgar. Desde Salientes y Fasgar se accede a pie hasta la vega.
Durante las épocas glaciares del Cuaternarío, los picos más altos de la Cordillera Cantábrica se encontraban cubiertos de nieves perpetuas que descendían por gravedad hacia las zonas bajas en forma de ríos de hielo. Su enorme fuerza excavaba valles, arrastrando los materiales arrancados y depositándolos tras la fusión del hielo, en las zonas de paso.
La Cordillera Cantábrica no cuenta con altitud suficiente para que, en un momento de clima relativamente cálido como el actual, persistan glaciares en ella, pero muchas de sus cumbres conservan la impronta de hielos antiguos, que se adivina en la forma de los valles o en la presencia de sedimentosde aspecto caótico. Uno de los lugares donde esta huella es más visible, es el denominado Campo de Santiago de Martín Moro. Este valle ha sido excavado en materiales de naturaleza silícea, constituidos por alternancias de areniscas de gran dureza y pizarras sedimentarias fácilmente alterables, lo que genera un paisaje dominado por la alternancia de zonas sobresalientes y deprimidas.
Como todos los vaciados debidos a la acción del hielo, el Campo de Martín Moro es un valle en U, es decir, en artesa, con fondo plano y ancho y paredes bastante verticales aunque con una pendiente que, dada la amplitud del paisaje, resulta plácida a nuestros ojos. Esta morfología permite captar las aguas de los arroyos que discurren por las laderas, hasta juntarse en la zona central que, debido a la sobre-excavación del hielo, se encuentra ligeramente deprimida. En este fondo, la continua humedad favorece la instalación de una turbera, de gran extensíón en la Campa de Santiago. La evacuación de las aguas así recogidas se realiza por la única salida posible del valle, desaguando finalmente en el río Boeza.
Otra impronta del hielo son los denominados circos glaciares, excavaciones semicirculares como la existente en el Pico de la Rebeza (actual nacimiento del río Boeza) que actuaban como cabeceras de los glaciares. También son evidencias glaciares los depósitos caóticos denominados morrenas y las marcas en forma de arañazos y estrías en la superficie de algunas rocas vivas.
Tipo de interés: Geomorfológico.
Interés geográfico: Regional
Fragilidad: Media-Alta. Por las comunidades biológicas asociadas.
Figuras de protección: No existen.
Amenazas: Presión turística, Regresión de las actividades agropecuarias tradicionales.
Rutas y paneles: Ruta señalizada: Las Fuentes del Omaña (Murias de Paredes), Panel: Abedular de Montrondo.